sábado, 1 de enero de 2005

Artículos de Vik en la It's Pop (II)

Trabajando en Buenos Aires

Cambié mi fría Suecia por una lluviosa Glasgow, para al final acabar trabajando en un clima magnífico, el de Buenos Aires.

Los trabajos en nuestra vida son duros, más que por el trabajo en sí que nos llevan, por la falta de dinero. Ser una estrella en Popomundo no es fácil. Ni barato. Miles de vicios a nuestra vista, una cara educación, un sitio donde vivir u otra persona a la que regalarle "nuestro amor" nos dejan con la cuenta corriente temblando. Y aún después de haberme recorrido casi medio mundo, no conozco a nadie que haya subsistido tocando en la calle o vendiendo jeans en una tienda de segunda mano...

Así que el único remedio es trabajar, y buscar un trabajo cada vez mejor. Camareros en un bar ruinoso con un jefe que no hace más que gritarte es un típico comienzo. Pronto te das cuenta que pasas más tiempo mirando a la terraza del local que pensando canciones y decides ponerte manos a la obra y cambiar tu futuro. Aprendes a manipular la prensa un poco y ¡bingo! Has pasado de camarero a relaciones públicas de algún club de moda en otra ciudad. En mi caso pasé de un bar de Estocolmo a un club de Glasgow... no estuvo mal el cambio, me pagaron bien y me trataron mejor. Marché de gira con mi banda y no me pusieron pegas, yo seguía animando a la gente a ir a mi local por email o mediante amigos! Pero sinceramente... no me preocupaba de otra cosa más que de mi banda y de intentar llegar tan lejos que no tuviera que volver a preocuparme de trabajar en nada.

Pero lograr eso no es cuestión de un día. La banda tiene más gastos que una novia! Que si ensayos, que si grabar una canción, que si comprar una furgoneta que se cae a pedazos... que si un kit de reparación, un altavoz de 200 watios o un telón con el nombre de mi banda que parece una sábana pintada por el hijo del segunda voz de mi banda. ¿Cuando voy a conseguir sobrevivir sin un trabajo? Está claro que a este ritmo nunca.

Así que finalmente di el paso y decidí preocuparme en serio por el mundo de la música y acepté un trabajo que me propuso un amigo de CEO en un club de Buenos Aires. ¡Y aquí estoy! Ahora gano el triple que en mi primer trabajo, aunque sí que tengo que trabajar de verdad. Todo el día invitando a bandas, poniendo precios de entradas... ¡al menos estoy en mi mundo! ¡Peor sería que me hubiean contratado sólo para cargar esos altavoces de 3000 watios enormes! El trabajo es duro pero cuando llega el día de cobrar y veo todo ese dinero en mi cuenta, me siento orgulloso de lo que estoy haciendo. Y veo cómo puedo ir cumpliendo algunos de mis pequeños sueños en esta vida. Además, ¿qué mejor que trabajar en Buenos Aires? Gente que habla mi idioma, gente amable y grandes artistas musicales... ¡Esto es como una nueva casa para mí! ¡Espero que este sea ya mi último cambio de trabajo y pueda quedarme aquí mucho tiempo! Trabajando duro, que es la única manera de lograr que los sueños se hagan realidad, tanto en la vida normal como en la musical!

Author: Viktor Lyhstål



Published in Issue 159 of the Buenos Aires Edition.

Artículos de Vik en la It's Pop (I)

Cambiando de ciudad

Las aventuras y desventuras en una ciudad nueva de un artista que en el fondo aspira a ser conocido en todo el mundo.

Hay días en Popomundo que no son como los demás. Hay días en los que le deberían dejar a uno usar sus juegos pirotécnicos por la alegría y emoción que suponen aunque para la gran mayoría de la gente no sea más que un día normal.

Un día de diciembre por fin me decidí con mi banda a abandonar la ciudad sueca de Estocolmo, donde nací, crecí y fui evolucionando durante más de cien días en el Popomundo para afrontar nuevos retos. No fue una decisión facil, pero era necesaria y excitante a la vez. La situación da vértigo, pero hay mucho que ganar: nueva gente, nuevas experiencias, nuevos conciertos y mucha diversión.

También se pierden cosas, tus amigos de la vieja ciudad se quedan allí y sabes que no los vas a ver tan a menudo, que probablemente muchos se olviden de ti y que esas chicas que habían sido tan especiales con las que habías tenido tus primeros rapiditos y luego tus primeros revolcones bajo las sábanas quizá ya no vuelvan a compartir esos momentos para recordar. Esto apena, pero hace pensar que si realmente conocí a alguien que mereciera la pena, estará esperándome igual que yo esperé a esas personas que marcharon tanto tiempo de gira y acabaron volviendo. La tristeza va a estar ahí, pero la popovida es corta y hay que disfrutar.

Ahora en Barcelona he descubierto unos nuevos parques más grandes y tan bonitos como el Kungstradgarden o el Vitabergsparken, nuevas salas de ensayo, nuevas compañias y también una edición de It's Pop muchísimo más interesante y densa y que me brinda esta oportunidad de relatar mi experiencia.

Y me quedan un montón de días por delante para conocer cada rincón de la ciudad, pasear por sus tiendas y buscar gangas en las rebajas, ensayar en las salas antes de actuar en los nuevos clubes que nos abren sus puertas... Quién sabe si un nuevo trabajo en el que me paguen mejor o una poponovia que se enamore de mí y me dé hasta un hijo. Grandes grupos por conocer, conciertos de bandas amigas, reencuentros con viejos compañeros que pasaron en sus giras por Estocolmo... Hay tantas puertas que se abren ahora que no puedo desperdiciar ni un segundo. Esto va a ser un no parar.

Espero que Barcelona se convierta en mi ciudad adoptiva por todo lo que he oído de ella y de su buena gente, y sé que entre todos conseguiremos convertirla en una de las mejores y más grandes ciudades de todo Popomundo. Está en nuestras manos, y si esta experiencia sale todo lo bien que espero, recomendaré este cambio de ciudad a mucha más gente. ¡Hagamos bailar al mundo al ritmo barcelonés!

Author: Viktor Lyhstål



Published in Issue 146 of the Barcelona Edition.